M.V.Z Ma. de Lourdes Bolaños Tinoco. Alpha Hospital Veterinario.
Diplomada y Certificada en el Ejercicio de la Medicina y Cirugía de Perros y Gatos, UNAM, CONEVET.

La Esterilización temprana, también llamada gonadectomía prepuberal, es la intervención quirúrgica en los animales sexualmente inmaduros con el fin de evitar su reproducción.

Desde el año de 1992, la Asociación Humanitaria Americana ha apoyado las investigaciones en esta área y ha postulado que no se debe permitir la reproducción a ningún perro o gato adoptado de un refugio. En 1993, la Asociación Americana de Medicina Veterinaria declaró estar de acuerdo con el concepto de realizar esterilizaciones de mascotas entre las 8 y 16 semanas de edad en un esfuerzo para hacer frente al problema de la superpoblación en perros y gatos.

En la mayoría de los refugios donde se dan en adopción perros y gatos, existe un contrato que obliga a los nuevos propietarios a realizar la esterilización de la mascota; sin embargo, muchos se dejan enteros. La tendencia es mayor para los canideos machos y las perras aparentemente de raza pura. La esterilización antes de la adopción ayudaría a evitar la repoblación de los refugios para animales, dado que, según estudio realizado en los Estados Unidos, la razón principal para el abandono fue el tener una camada no deseada. Hace más de 15 años se estableció en el ámbito de la Medicina Veterinaria, que la mejor edad para la esterilización de perros y gatos era de 5 a 7 meses de edad. Con el paso de los años, los equipos de anestesia y cirugía han evolucionado; se han simplificado y mejorado las técnicas quirúrgicas y se han desarrollado materiales de sutura, antibióticos y analgésicos antiinflamatorios muy superiores a los usados hace 15 años.

En la actualidad, la esterilización temprana es un procedimiento rápido, con sangrado mínimo y pronta recuperación. Requiere menor tiempo de trabajo para el cirujano y provoca menor estrés en el paciente. Las complicaciones relacionadas con la edad, intraquirúrgicas graves o posoperatorias a corto plazo, son poco frecuentes.

Las razones para no realizarla engloban principalmente los mitos que se difunden acerca de las esterilizaciones en general, no sólo a edad temprana, así como, desgraciadamente, el desconocimiento de muchos Médicos Veterinarios acerca de los avances de la medicina veterinaria. Cierto es que el paciente pediátrico no se maneja igual que el paciente joven o adulto. El Médico Veterinario debe vigilar especialmente que el ayuno preoperatorio no sea demasiado prolongado, evitar la hipotermia y elegir el protocolo de anestesia adecuado a la edad y la especie.

Gracias a los estudios que se han venido realizando, donde las Sociedades Humanitarias unen esfuerzos con los Médicos Veterinarios interesados en el problema, se ha demostrado que las esterilizaciones tempranas no significan riesgos de salud para las mascotas y que, a corto, mediano y largo plazo, sólo se consiguen beneficios. Estos estudios han demostrado que todos los argumentos en contra de la esterilización temprana carecen de fundamentos: que si la mascota ya no crece, o que si crece de más; que si le cambia el carácter; que si desarrolla obesidad o incontinencia urinaria, etc. No existen estudios suficientes que sustenten estas afirmaciones y, aun cuando se demostraran algunos efectos adversos, los beneficios superan a los riesgos: la esterilización de la mascota evitará enfermedades y sufrimientos tales como tumores dependientes de las hormonas (en glándulas mamarias, útero, próstata, testículos), infecciones uterinas, enfermedades venéreas, embarazos psicológicos (que no son tales, sino desbalances hormonales), muerte de parto o postparto, descalcificación (hipocalcemia), fugas, accidentes, peleas, mordeduras, etc.

Los beneficios que le traerá al propietario el esterilizar a su mascota es que tendrá un animal más saludable y longevo y menos agresivo con los dueños a la vez que mejor guardián.

La solución a la sobrepoblación canina y felina no es la eutanasia. La solución es ser un dueño responsable que no permita la reproducción indiscriminada de su mascota.